Hebreos 9.11-14 - "Purificados para siempre en Cristo" - Serie Hebreos No. 42
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Hay muchas cosas que las personas buscan hacer para purificarse. Aún creyentes que han pecado quieren hacer algo para congraciarse con Dios.
En el A.T. el pueblo Hebreo tenía que purificarse de muchas circunstancias como el tocar cadáveres de muertos.
También tenían que ser limpios una vez al año de sus pecados en el día de la expiación. Y cada día se realizaban ofrendas por el pueblo de Israel.
Pero nada de esto era suficiente. Siempre el resultado final era solamente una extensión de tiempo para el juicio mientras volvías a ensuciarte.
Y entonces ¿Cómo vivir así? Parece que nunca es suficiente.
Pero los hermanos de las iglesias de la epístola a los Hebreos, van a ser confortados a no abandonar su fe, ni aún en tiempos difíciles, porque la única respuesta puede estar en ser purificados de verdad y para siempre.
¿No quieres saber cuál es esa respueta de purificación eterna y verdadera, 100% efectiva?
EXÉGESIS He 9.11-14.
EXÉGESIS He 9.11-14.
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11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación,
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12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
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13 Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,
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14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
MEDITEMOS EN LA PALABRA
MEDITEMOS EN LA PALABRA
Que maravilloso lo que Cristo puede hacer con Su sangre. Con un Alto Precio.
Es incomprensible cuando él abre el acceso de todos nosotros a los bienes venideros, a todas las bendiciones, a la eternidad, nosotros muchas veces, no podemos simplemente adorarle, simplemente servirle.
No tienes que hacer nada para ser limpio, o para purificarte. Él lo hace todo, con el precio de Su vida. Lo único que puedes hacer, es CREER QUE ES ASÍ.
CREAR Y ARREPENTIRTE. Poner tu fe en CRISTO. Escuchar y vivir el evangelio.
Pero, qué difícil, aún sabiendo estas hermosas verdades, qué difícil es por nuestro corazón, muchas veces duro.
No podemos compartir la Palabra, no podemos evangelizar. No podemos dejar un partido, una comida, un cumpleaños, un tiempo de trabajo (y en domingos) por el culto donde podemos rendirle alabanza.
El que se entrega totalmente por nosotros ¿No es digno también de todo nuestro ser?
El que es Señor de los Cielos, ¿No es digno también de nuestra máxima honra y alabanza?
46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?
Lo que hace el Señor, al presentarse como ofrenda y sacrificio ¿no es acaso suficiente?
Si no lo es en tu vida, si no sientes nada. Probablemente hay un tema mucho más delicado en tu vida, de alta urgencia. Porque el E.S. es el que convence de pecado, juicio y justicia. Jn 16.8 “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”
El que se hace maldición por nosotros, ¿no es acaso digno de nuestra honra?
¡Cuánto ha sido el costo para limpiarnos plenamente de todo nuestro mal!
¿Cuánto predicamos el evangelio? ¿Cuántos discípulos has formado para Cristo? Porque esa es su petición, ordenanza y porque Su muerte, también podría alcanzar a muchos otros perdidos.
¿Que tan comprometido estas con Su Palabra?
¿Cuánto anhelas que Cristo también limpie totalmente a otros? Ese es Su plan.
Tenemos mucho tiempo para el estudio en el colegio o la Universidad y en el trabajo, el posgrado. ¿Pero hay tiempo para honrarlo y leer Su Palabra?
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
El evangelio predicado en la epístola a los Hebreos, es también el evangelio de la superioridad de Cristo que debemos anunciar el día de hoy y nosotros mismos vivirlo.
Cristo puede seguir limpiando y hacer libro, purificar de verdad, a todos los que crean en Él y se arrepientan de sus pecados.
La iglesia o audiencia de la epístola a los Hebreos, sabe que Cristo es superior, que es mejor aún al antiguo pacto, pero también tendrán que creer todo esto con su corazón y manifestar con las obras y con su fe.
Nosotros también tenemos esa oportunidad el día de hoy.